No hace falta tener un programa de puntos para fidelizar. A veces basta con una buena historia, una actitud inconfundible y un producto que actúa como excusa para pertenecer a la comunidad y a la moda de la marca.
Eso es VICIO, la hamburguesería nacida en 2020 de la mano de Aleix Puig, ex-concursante del programa de cocina Master Chef de España, y Oriol de Pablo, emprendedor; que en menos de cinco años ha pasado de ser una startup digital a fenómeno cultural.
Su secreto no está solo en sus deliciosas hamburguesas, sino en cómo han sabido activar incentivos emocionales y sociales que convierten cada pedido en una experiencia. Mientras otras marcas hablan de fidelidad, VICIO genera comunidad, deseo e identidad.
El poder de los incentivos invisibles
A simple vista puede que no lo parezca, pero la estrategia de VICIO está llena de recompensas ocultas:
- Recompensa social + comunidad: sus clientes se convierten en embajadores. Cada foto en redes es un “símbolo de pertenencia”.
- Ediciones limitadas: colaboraciones y productos puntales con fecha de caducidad que activan el FOMO y el impulso de compra.
- Reconocimiento emocional: la marca habla a su comunidad con tono cómplice, humor y provocación. Campaña protagonizada por la doble de la reina Letizia.
Vicio estrena su pan sin gluten con una campaña protagonizada por la doble de la reina Letizia
- Sorpresa constante: desde campañas virales hasta frases en el packaging, todo refuerza la sensación de juego.
Detrás de su estilo juguetón, hay una lección clara: los incentivos más potentes son las experiencias que hacen sentir parte de algo.
Qué puedes aprender del modelo VICIO
VICIO demuestra que los incentivos más potentes no siempre son tangibles, sino los que son los que apelan a la marca: identidad, emocionalidad y sentido de pertenencia.
1. La fidelidad no se compra, se siente.
El valor de marca es lo que convierte a un cliente en un fan, sintiendo que la marca representa algo con lo que él se identifica.
2. La comunidad es el nuevo canal de marketing.
Cada campaña de VICIO atrae un nuevo público, agrupa fans que comparten una misma experiencia, la de comer VICIO.
3. El reconocimiento genera vínculos.
La autenticidad de su tono y la coherencia de las campañas crean conexión sin incluso recompensas materiales.
Cómo aplicar el efecto VICIO a tu estrategia de incentivos
VICIO no sólo es una hamburguesería, VICIO vende una actitud y el ser parte de una comunidad actual, divertida y experiencial con todas las colaboraciones y patrocinios.
Desde Superincentivos observamos este modelo como un ejemplo claro de cómo una estrategia bien diseñada puede convertir la emoción en fidelidad.
Las marcas que consigan traducir esa energía en su propio sistema de incentivos lograrán relaciones más duraderas, auténticas y rentables.
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