Seguro que has escuchado hablar mil veces del famoso storytelling, esa habilidad mágica de contar historias tan convincentes que casi podrían convertir tu vida cotidiana en una película de Spielberg. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué sucede cuando las marcas deciden pasar de las palabras a la acción?
¡Prepárate, porque hoy te presentamos a su primo cool y proactivo: el Storydoing!
Storytelling vs Storydoing: ¿Quién es quién?
Primero, aclaremos que es cada uno:
- Storytelling: Arte milenario de contar historias que conectan emocionalmente con tu audiencia. Es como el amigo que siempre tiene una anécdota interesante para contar en las cenas.
- Storydoing: Va un paso más allá y convierte esas historias en acciones tangibles, reales y, sobre todo, memorables. Es ese amigo que no solo cuenta historias, sino que las vive y te invita a ti a ser protagonista.
¿Casos prácticos? ¡Claro que sí!
Nike, no solo te cuenta historias inspiradoras sobre atletas rompiendo límites… No, Nike monta comunidades reales donde corres maratones junto a miles de personas más, convirtiéndote en protagonista de su relato de superación.
Red Bull, en lugar de simplemente hablar sobre energía y adrenalina, crea eventos tan extremos que uno piensa: «¿Están seguros de que eso es legal?»
Sus clientes no solo lo ven, sino que lo viven.
Patagonia no te dice simplemente que cuida el planeta. Se involucra activamente en acciones ambientales, animando a sus clientes a reparar en vez de comprar nuevo, ofreciéndoles incentivos claros como descuentos o servicios de reparación gratuitos. Eso es pasar del «blah blah» al «¡wow!».
Y te preguntaras, ¿qué pintan los incentivos en todo esto?
Aquí está el truco maestro: cuando haces Storydoing, necesitas incentivos claros para que tus clientes quieran participar. No solo económicos, sino también emocionales.
¿Qué generan los Incentivos emocionales? La sensación de pertenencia, orgullo y propósito que siente el cliente cuando participa en algo más grande.
¿Y los Incentivos prácticos? Recompensas directas como descuentos, regalos exclusivos o acceso anticipado.
Ahora viene la parte que más esperabas
Cómo llevar el Storydoing a tu negocio (sin morir en el intento)
Aquí tienes una guía rápida, sencilla y divertida:
- Define tu narrativa: ¿Qué historia quiere vivir tu marca?
- Crea experiencias reales: Sal del despacho y pon a tu cliente a actuar contigo.
- Incluye incentivos irresistibles: Haz que participar sea tan tentador como un 2×1 en cine TOTALMENTE GATRIS el día y la sesión que ellos elijan.
- Comparte los resultados: ¿Salió bien? ¡Cuéntalo! ¿Salió regular? ¡Aprende y vuelve a intentarlo! Recuerda, hasta Spielberg tuvo alguna película floja.
Ahora deja de preguntarte si merece la pena, ya has visto que sí.
El Storydoing no solo fortalece tu credibilidad como marca, sino que crea relaciones auténticas con tus clientes. Además, aumenta el compromiso, fideliza y convierte a tus seguidores en verdaderos embajadores.
Deja de solo contar historias. Empieza a vivirlas. Convierte a tu cliente en protagonista y prepárate para ver resultados tan emocionantes como el final de tu serie favorita. ¡Luces, cámara, acción!
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